Un hombre, una mala decisión, consecuencias mortales... Beaten to Death exprime de su tono reducido una intensidad demencial, una narrativa sin tonterías y un estilo visual duro que hacen que esta película de supervivencia profundamente nihilista sea tan eficaz. Sin pestañear, Sam Curtain ofrece una concentración masoquista de ultraviolencia que recuerda a la Ozploitation de antaño. Depredadores sádicos con acento australiano, abusos físicos extremos y un patio de recreo lleno de peligros: todo huele a polvo, sangre y angustia en este gran thriller del Outback.