De la imparable oleada de slashers americanos de los 80, Blood Harvest saca la cabecita del agua con un alegre festival de degüellos sobre un telón de fondo de injusticia social en la América rural. Al final, la película está mucho más enfadada que comprometida, y se queda en un puro rollo de explotación con un reconfortante tufillo a mala leche gratuita. La presencia en el reparto del músico Tiny Tim en el papel de un payaso depresivo también vale su peso en cacahuetes. Muy famoso en Estados Unidos pero poco conocido aquí, es el autor e intérprete de «Tiptoe Through the Tulips», una icónica canción infantil con un eco escalofriante desde su uso en Insidious.