Antes de que Ivan Reitman se convirtiera por fin en un maestro de la comedia con Los cazafantasmas, firmó esta joya poco conocida que mezcla terror y humor negro, y que narra las desventuras de una pareja en una escapada romántica que pronto se enfrenta a una pandilla de caníbales. Proyectada en su momento con una señal sonora que avisaba al público de las escenas más impactantes, Cannibal Girls huele a cine grindhouse, con el añadido de un jovencísimo Eugene Levy cuyo peinado es aún más llamativo que el gore de la película.