Es difícil hacer justicia a todo lo que hace de La Escalera de Jacob una gran película... Una cosa es cierta: su importancia en la historia del séptimo arte, o del arte en general, es incuestionable. El impacto que ha tenido en obras de culto como la saga de videojuegos Silent Hill es prueba suficiente. Pero la película de Adrian Lyne es, sobre todo, una inmersión en los tormentos de la psique humana. Y al terminar con uno de los finales más impactantes del cine, trasciende su tema y se gana el estatus de obra maestra.