Obra olvidada de erotismo venenoso y tortura, La Habitación negra es una versión moderna del mito del vampiro, que sustituye los caninos por una máquina de extracción de sangre y transforma la casa solariega de Transilvania en una lujosa mansión de Hollywood. El codirector Norman Thaddeuse Vane (El rey de la ciudad, El actor del terror), antiguo propietario de dos clubes nocturnos y redactor de la revista Penthouse en el Reino Unido, recurrió a su pasado nocturno y sulfuroso para escribir la película, para la que contó con la ayuda del director de fotografía Robert Harmon (director de Carretera al infierno) y del maestro de los efectos especiales Mark Shostrom (Terroríficamente muertos 2, Pesadilla en Elm Street...), nada menos.