Tras el estreno de Patrick en 1978, Richard Franklin y su amigo guionista Everett De Roch se propusieron escribir un thriller de simios asesinos, pero el proyecto tardó unos años más en despegar. Tras el pequeño éxito de su película Psicosis 2 (1983), la producción de Link empezó a despegar para el director australiano. Gran admirador de Hitchcock, consiguió contratar al domador de animales Ray Berwick, que había obrado milagros en Los pájaros. El resultado es un thriller psicológico ultra tenso sobre las orgullosas desviaciones del hombre "civilizado" respecto a la naturaleza. Impresionantemente realista y apasionante de principio a fin, Link aprovecha al máximo sus suntuosos escenarios escoceses, la magnífica banda sonora de Jerry Goldsmith y las interpretaciones de altos vuelos de Terence Stamp y Elisabeth Shue.