Messiah of Evil da prioridad a las visiones oníricas y a una atmósfera macabra y barroca. Aunque los escritos de Lovecraft no se citan abiertamente, dejan su impronta en esta historia de misterios y maldiciones indecibles. El espectador se ve constantemente perturbado por los decorados en trampantojo, expresionistas hasta la exageración, ecos de una realidad distorsionada y amenazadora en la que evoluciona el personaje de Arletty (la excelente Marianna Hill), que va cayendo poco a poco en la locura.