De una secuela del furioso Tokyo Snuff, uno esperaría un derroche de violencia ultragráfica. Pero el proyecto cambió de manos y cayó en las de un tal Izô Hashimoto. Sí, el guionista del genial manga Shamo, Gallo de pelea, y sobre todo el coguionista de la versión animada de Akira. Así que no es de extrañar que Tokyo Snuff 2 esté adornada con una complejidad narrativa y temática que enriquece esta película de psicópatas asesinos con múltiples capas, incluida una compleja exploración de la psique de unos personajes torturados. Inicialmente contemplativa y onírica, la película se hincha de locura en un asombroso crescendo que culmina en un final sobrecogedor. Los fantasmas de De Palma, Argento y Scott no dejan de rondar este diamante oscuro que seguro que le perseguirá durante mucho tiempo...