El productor Mardi Rustam, que quería repetir el éxito de La matanza de Texas y Tiburón, propuso a Tobe Hooper realizar Cocodrilo mortal, una simbiosis perfecta de slasher paleto y criatura acuática, al menos sobre el papel. El resultado fue un poco más complejo. A Hooper no le servía su cocodrilo de plástico, así que se conformó con unos cuantos asesinatos de reptiles alegremente sangrientos y se centró en su trastornado portero de motel (cuco de Psicosis). Al final, ofrece un bis mugriento y pegajoso en el que el verdadero monstruo no tiene escamas y en el que tenemos el placer de conocer a Robert Englund y Marilyn Burns.