Pionero legendario de la animación japonesa, Yoshiaki Kawajiri es uno de los directores más impactantes de su generación. Sin embargo, permaneció a la sombra de sus colegas Katsuhiro Ôtomo (Akira), Hayao Miyazaki (La princesa Mononoke) y Satoshi Kon (Perfect Blue), seguramente porque su arte tiende menos hacia una universalidad humanista que hacia una obsesión por la forma perfecta al servicio de historias de puro género, a veces rozando la explotación. Wicked City, una deliciosa mezcla de thriller policíaco, perverso body horror y referencias que no dejará indiferente a ningún aficionado al género, no deja de encadenar planos barrocos e ideas ingeniosamente retorcidas servidas por una animación de lo más mordaz. Kawajiri ofreció una versión alternativa de este eterno placer desviado en Demon City Shinjuku, antes de pasar a crear sus dos mayores obras maestras, Ninja Scroll y Vampire Hunter D: Bloodlust.